Los hombres lloran. A veces.
Los hombres lloran.
Llevo mucho tiempo sin llorar. Tengo miedo a perder los océanos. A que se me evapore el alma, no sé. El fuego. La sequía. Las hambrunas. La muerte. Tengo miedo de estar sentado y estar sintiendo. No sé.
Me hace falta llorar. Sin pesimismo, sin tristeza, sin monedas. Se va a ir acumulando el peso y ya verás cuando se me venga toda esta agua encima. Ya verás como me ahogue y sin salvavidas. Sin manguitos. Sin burbuja. Caballito de mar.
Hace falta llorar a veces y tengo miedo al tiempo.
A estar solo.
A echar de menos más. Si ya tengo suficiente.
Los hombres están hechos de esponjas y por eso lloran hacia adentro. Los hombres somos fuertes y lloramos porque no lo somos. Los hombres estamos mojados por dentro y hay estanques de lágrimas esperando que abramos las puertas de la presa.
Llevo tanto tiempo sin llorar que ya se me ha olvidado el escozor de los ojos
el picor de los ojos
el ardor de los ojos.
Hace mucho que no lloro. No recuerdo la última vez pero sé que hubo una última vez. Siempre hay una última vez.
Quiero llorar pero no. Porque no tengo que. Porque no tengo porqué. Quiero pero no.
Los hombres, las esponjas, los estanques, las goteras.
Tengo miedo. Sé que esta lluvia se acerca. Sé que se acerca un diluvio.
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