Hacía años que no enfermaba y voy hoy y me siento de pena. Me he despertado ya con malestar pero eso no me ha detenido y he ido a la uni como un lunes cualquiera (o incluso antes, porque había huelga de Metro y EMT). Odio los lunes, y eso no va a cambiar, así que he aprendido a convivir con ellos. Sin embargo, el caso es que no he aguantado todas las clases. Cuando uno está enfermo no puede concentrarse, y menos puedes hacerlo si te están hablando de la envolvente de los costes a largo plazo (término microeconómico, ojo al dato) o de cosas de contabilidad financiera que, para qué engañaros, no recuerdo porque no he estado prestando mucha atención. Así que me he ido a casa, aunque hoy la uni la terminaba a las 5 p.m.
La cuestión es: si he estado bueno (y con bueno me refiero a sano, ya que todos -y sobre todo todas- sabéis lo bueno o no que estoy) digo, que si he estado sano durante los ¿dos, tres? últimos años, ¿por qué he enfermado ahora, de repente? La respuesta genérica podría ser: "porque has cogido frío/ estás bajo de defensas/ has pillado un virus/ ya iba siendo hora". Pero yo quiero saber qué es lo que ha ocurrido a mi sistema neuro-lo-que-sea humano para enfermar. Es decir: ¿por qué? Y ¿por qué ahora?
O sea, ¿qué ha ocurrido ahora diferente a cualquier momento de los últimos dos o tres años para que haya sido víctima de la cruel debilidad humana? Y sí, ahora es cuando llego a la parte esencial de esta reflexión. Estos últimos días -podría decir estas dos últimas semanas, más o menos- he estado de bajón. De capa caída. Depre. Triste. ¿El motivo? Como siempre, pensar. Pensar demasiado. Y sentirme solo. Solo rodeado de gente, pero solo aquí (señala al pecho), una soledad en el interior que lo flipas colega.
¿Sabéis? Cada vez soporto menos la envidia absurda que tengo de los enamorados. O no tan absurda. ¿Os parece normal que no soy capaz de ver a dos personas besándose por la calle? Me produce un vacío en la boca del estómago y un ligero dolor de cabeza en la parte frontal izquierda. Supongo que todo acabará pasando y que dentro de unos meses -o años, ¿quién sabe?- estaré leyendo esto (porque sí, a veces releo mis entradas) y pensando qué estúpido era al creer que estaba enfermo por estar psicológicamente solo. Pero sí, esa es la conclusión. Creo que he enfermado por falta de amor. Si en el Romanticismo el amor era considerado por los poetas como una enfermedad, a mí me ocurre lo contrario. Tengo bajo el nivel de amor y esa es mi enfermedad.