Estas dos primeras semanas de curso no han sido muy tranquilas. Básicamente, la uni está empezando muy intensamente, y no estoy preparado. Estoy currándomelo mucho, porque ya he tenido que hacer un par de trabajos y ¡un examen! Además, tengo otro examen la semana que viene, y más trabajos...
Eso sí, estoy aprovechando mucho el tiempo. Indielocura va cada vez mejor: ahora tengo una compañera del blog, que me ayudará a tener posts de grupos guays cada día. Sigo leyendo (ahora me estoy leyendo Astralis, de Antonio J. Bazalo, y pronto subiré la reseña a Los libros hablan solos), aunque escribir, la verdad, no escribo. Algún poema de vez en cuando, pero nada más.
He seguido montando en bici: eso es algo que ya no soy capaz de dejar. El jueves fui en bici a la uni, para ver cuánto tardaba y cómo iba por urbano, y aunque me perdí un par de veces, tardé lo mismo que lo que tardo en autobús. Atravesando barrios pobres de Madrid y compartiendo carretera con camiones y motos que te pasan a centímetros a toda velocidad. Ayer volví a coger la bici con Fuskas y fuimos hasta la gasolinera de Colmenar. No es la primera vez que lo hacemos.
Y hoy me he creado una cuenta de We Heart It. Sí, es una red social de imágenes, un poco del estilo de Tumblr o Pinterest. El estilo de las imágenes, no el estilo social de la página. De hecho, la conozco desde hace mucho y ya la visitaba hace tiempo, porque de ella sacaba muchas de las fotos que subía a Tumblr; pero no me había registrado.
En otro orden de cosas, me siento un desgraciado. Pero eso es otro tema. Quizás os hable de mi desgracia en otro post.