11 julio 2013

Una noche de cervezas cualquiera

Acabamos mazo de cansados de andar
y pillamos un taxi.

Antes habíamos ido al Cherokee 
y estuvimos jugando al juego de las cartas.
No había mucha gente.

Luego nos echaron porque cerraban
y fuimos como con otra gente que había en el bar
y una tía me empezó hablar: que qué me gusta, que no sé qué.
Vamos, al final le recito un poema 
y un pavo se acerca como mazo celoso y me pregunta "¿quieres ligar?"
y yo "no, no, tranquilo", mazo de incómodo
y la tía le empieza a comer el cuello.

Luego, seguimos andando, se nos hace tarde y vamos en dirección contraria.
Nos despedimos, y me llega el pavo y me pide perdón.
Luego nos despedimos de Rodro, Iván y Jose 
y vamos Rafa y yo andando.

Llegamos a Atocha y nos queremos morir 
porque estamos a tomar por culo.
Andamos hasta la Biblioteca Nacional
y ya habían pasado los últimos nocturnos, 
hacía diez minutos.

Pillamos un taxi. Rafa se baja 
en Plazaca y yo sigo.

Fin de la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario