Éramos las calles por las que paseábamos,
los parques donde se nos hacía de noche la noche y a oscuras,
las farolas que nos miraban a modo de estrellas,
mis labios cuando se estrellaban contra los tuyos,
tus ojos,
tu forma de mirarme;
eras esas ojeras y yo era las hojas de los árboles,
marearme al verte
entre tanto verde.
Éramos el blanco y el negro,
éramos iguales.
Pero ahora los parques solos lloran a las calles tristes:
no hay blanco ni negro,
todo es gris.
los parques donde se nos hacía de noche la noche y a oscuras,
las farolas que nos miraban a modo de estrellas,
mis labios cuando se estrellaban contra los tuyos,
tus ojos,
tu forma de mirarme;
eras esas ojeras y yo era las hojas de los árboles,
marearme al verte
entre tanto verde.
Éramos el blanco y el negro,
éramos iguales.
Pero ahora los parques solos lloran a las calles tristes:
no hay blanco ni negro,
todo es gris.
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