06 abril 2015

Yo quería escribir en mi blog pero no sabía qué escribir

Luces. Cámara. Acción. No, no, ¡corten! Sangren. Duelan.

Yo hoy quería escribir en mi blog pero no sabía qué escribir. Pasó la Semana Santa. He estado oxidándome, no podía ser de otra manera. Luego llegó el sábado y Jesús estaba muerto, pero yo no. Un vaso de agua para un sediento. Una regadera para un loco. A-G-U-A.

Domingo. Madrid está bonita desde aquí arriba. Un día tendré que enseñarte este sitio. Está bien. Tiene buenas vistas. Pero claro, no puedo compararlas con mirarte. Deja de decir gilipolleces.


Es lunes y espero. Esta semana será buena. Es culpa de la magia, que nunca ha dejado de cuidarnos. De cuidarte de mí. ¿Quién coño eres? ¿Cómo has llegado tan lejos? ¿Tan hondo? ¿Tan callada? Di algo. Tic, tac. Mira, puedo vivir en silencio, pero nunca me voy a callar.

¡Corten! Está mal, muy mal. Tienes que hacerlo así. Con más energía. Vívelo, joder. Te quedas ahí parado, no tienes ni idea. Hazlo con más pasión. Siéntelo.

No estamos hechos para vivir una película, por eso preferimos siempre el libro que la peli.

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