Mañana vuelvo a tener un examen. Y pasado mañana otro, y al siguiente, y al siguiente... Y así hasta el jueves de la semana que viene. Tengo que recuperar ocho asignaturas. He suspendido ocho, sí. Intentaré sacar cinco. Me he dejado tres. Ya veremos qué pasa. Ya tendré tiempo en verano para reflexionar sobre mi vida y mi futuro y blablabla.
Quedan once días para mis vacaciones. Serán primero quince días de vagueo en Madrid, una semana de FIB, luego un viaje por la costa de la Comunidad Valenciana y Cataluña con los colegas. Pinta bien este verano. Qué mal tener que pasar por los exámenes antes.
Este verano va a ser un punto de inflexión en mi vida. Me da la sensación de que algo importante va a pasar, un cambio importante. No sé. Pueden pasar muchas cosas. Puede que deje la carrera. Puede que encuentre al amor de mi vida (já). Durante este verano voy a renovar Los libros hablan solos, voy a darle caña a Indielocura, me voy a currar mi canal de YouTube... Por lo menos es lo que quisiera hacer. También escribir. Tengo un libro de poemas a medias y quiero terminarlo y publicarlo antes de las navidades.
Quiero hacer demasiadas cosas, pero ahora lo único que tengo que hacer es estudiar. Porque hacer varias tareas a la vez es no hacer ninguna bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario