27 noviembre 2014

Tweets (y otras cosas)

Llueve 
como si llorases, 
como si no estuvieras ya inundada 
y tu corazón no flotase.

Ir a Malasaña a comprar un libro en una librería única es hipster. Si el libro tiene un relato mío ya es pasarse de hipsterismo.

Soy un poquito parte de esto. 
Podéis comprarlo o descargarlo gratuitamente en Bubok.es.


Mi relato huele a invierno y a libro y a magia.


Para ser feliz basta con 
imaginar su cara. 
Es el mejor amuleto del mundo.

Hoy me he acordado de cuando hice llorar a A por amor. 
A mí me dolía más. 
Pero he aprendido a recordar cosas buenas. 
El teatro, por ejemplo.

Ella era artista 
y llevarla al teatro fue un acierto. 
Aún guardo las entradas. 
01/12/09. 
Qué jóvenes éramos. 
Qué idiotas.
__________

Ya no twitteo como antes. Eso está claro. Recuerdo cuando twitteaba como cien, doscientos, qué se yo, mil tweets al día. Cuando Twitter era el otro mundo, la barrera que me separaba de... no sé. Me acuerdo de cuando twitteaba mucho, y lo echo de menos, pero no lo quiero ahora. No. Ya no. Ahora está bien así, poco, pequeñas dosis de su veneno. El recuerdo, mejor a plazos que al contado.

Hablando de redes sociales... por si alguno de vosotros está en Ello, yo tengo perfil. Podéis verlo haciendo clic aquí. No es que lo use mucho aún, pero me parece un proyecto bonito. Si no estáis dentro pero queréis formar parte, podéis pedirme alguna invitación. Y si no sabéis lo que es, os lo digo ahora mismo. Es una red social libre de anuncios. Sí, sin publicidad. Y gratuita. Aunque tendrán cosas de pago, y venden camisetas de artistas para sacar dinero. Pero la idea es que nunca, NUNCA, utilizarán tus datos para generarte anuncios según tus intereses, como hacen Google y Facebook. No les va el rollo de la publicidad, por eso prefieren vender camisetas. Aún está en fase beta, por eso va por invitación.

Cuidado, se acercan los exámenes y los terremotos. Agárrate fuerte. 

Y después de los exámenes, Uni-versos. El libro está terminadísimo. Lleva treinta y cuatro vidas terminado. Ahora estoy buscando el momento perfecto para publicarlo. Tal vez febrero, tal vez abril, tal vez junio. O septiembre. No sé. No sé nada de esto. Lo que sé es que (probablemente) tenga una portada de uno de mis dibujantes favoritos. Y eso me anima a pensar que sí, que el libro será, y vosotros seréis con él. Ojalá. Decidme qué pensáis. Twitteadme. O Facebookeadme. O Instagrameadme. O Ello. Pero contadme cuándo lo queréis. Yo quiero dároslo, yo quiero darme.

26 noviembre 2014

"Ciudad Oniria", ya a la venta

Ya está a la venta el libro recopilatorio de relatos Ciudad Oniria, editado por la editorial Bubok y que guarda en su interior uno de mis relatos, La casa de Ciudad Oniria. Ya os hablé del libro hace un tiempo. Hoy es una realidad. Mañana mismo pienso pasarme por la librería física de Bubok (C/ Belén 13, Madrid) para hacerme con él, aunque la descarga es gratuita, así que podéis haceros con él pinchando aquí. También podéis comprarlo online y os lo mandan a casa, claro. Mi relato está a partir de la página 148. Por si tal. Que tal.

Es bonito. Todo esto. Los libros. La vida. Tú. 100% tú.

¿Tú crees que es posible? Tu futuro depende de ti. Y el mío también. 

Nada más empezar, todo empieza a ir bien. No sé. Estoy bien, aunque me falte ella. Llegará.

Por otro lado, estoy leyendo El cadáver presenta, de Paula Aguirrezabala y no tengo palabras. Y sólo llevo la mitad. Si muero de amor antes de terminarlo, quiero dejar claro aquí que quiero que me entierren con mi guitarra. O que me incineren con ella y lancen nuestras cenizas al viento (en un vertedero). Bueno, que lo leáis. 


25 noviembre 2014

Otoño

El otoño
es el vuelo
de las hojas
de tus libros.

El otoño
son tus hojas cayendo
como lágrimas
sin que yo pueda cogerlas al vuelo.

El otoño
es tu ausencia
un martes
desnudo como un árbol.

El otoño
lo forman los árboles
que un día quisieron plantar sus raíces
en la tierra de tus ojos.

El otoño
es tu espalda
preparándose para el invierno
que traerá la ausencia de mis manos.

El otoño
ya no quiere ser más tú
porque me recuerda a ti
y a ti conmigo.

El otoño
es un niño que se pierde en el Retiro,
una madre llorando,
una autopsia.

El otoño
son tus pestañas
cayendo
cada vez que cierras los ojos.

El otoño
son tus labios
cada vez que secan
por la falta de los míos.

El otoño
soy yo
sin
ti.

Quike D-B

20 noviembre 2014

Café de noche


-Un café, por favor.
-¿Cómo lo quieres? -me pregunta el camarero.
-Solo -respondo-. Así no soy el único que llora soledad esta noche.
El bar está vacío, o casi. Hay una rubia sentada al otro lado de la barra, pero no la miro: me da miedo. Las rubias son demasiado malas, tienen maldad en las venas.
El camarero me sirve el café. Doy un sorbo y me quemo la lengua y los labios y es como un castigo merecido. Por estar ahí, en un café/bar a las 11 de la noche de un martes. Solo.
Entra una morena. Las morenas no están mal, aunque no llegan al nivel de las pelirrojas. Por esta noche me valdrá como compañera de penas. Se sienta cerca de mí en la barra, pide un gintonic.
La miro, me mira. Ya hay conexión.
-¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? -pregunto.
Me mira, sonríe. Es mayor que yo. Demasiado.
-¿No eres un poco joven para escuchar a Burning? -dice.
-Soy demasiado mayor para escuchar a Justin Bieber -respondo.
Doy otro sorbo a mi café. Ella me está mirando, curiosa.
-¿Qué hace un chico como tú? -pregunta.
-Contar. Contarte su historia. Si quieres.
-Tengo mucha noche por delante. Por cierto, soy Lucía.
-Yo hace tiempo que perdí mi nombre en una historia de amor -dije. Y empecé a hablarle de ti.

17 noviembre 2014

1807 noches


La verdad es que nunca fui muy de Sabina.
No sé, siempre he preferido el punk rock americano,
esas canciones de desamor adolescente y de cortarse la venas.
Pero hoy quería escuchar poesía en forma de canciones
y suena 19 días y 500 noches.
Que digo yo que no son tantas.
Porque si tardas sólo quinientas noches
en olvidarla
algo has hecho mal.
O tienes muy mala memoria.

Yo no la quería tanto
y aún no he aprendido a olvidarla,
y ya van mil ochocientos siete noches
con sus correspondientes días.
A veces la cerveza hace la mejor compañía
y es más fácil aprender.
A olvidarte.

Estos son los últimos versos que te escribo.
Prometido.
Soy experto en mentir versos,
ésta vez no será diferente.
No puedo mentirte.
Qué más da, si nos separa el abismo.
Las damas primero:
salta.

No sabía que la primavera duraba un segundo,
yo te he escrito tantas canciones que da asco.
Y todas horribles.
Y siempre tan solo.
Y siempre en invierno.

Aprendí a escribir porque así sería más fácil olvidarte.
Aprendí a levantarme porque ya había limpiado todas las lágrimas del suelo.
Aprendí a sobrevivir cinco veranos sin ti porque recordaba tus ojos.
Aprendí a mirar a otras porque la poesía valía la pena.
Aprendí a olvidarlas.
Pero a olvidarte a ti no, joder,
que a ti no quiero olvidarte.

Sólo quiero darte las gracias.
___________________

Hoy escucho a Sabina y me cuelgo de sus zapatos. Yo quiero llevar sombrero.

Acabo de terminar de leer VerS.O.S, de Luis Cano Ruiz. Es una maravilla de libro, y él un poeta excepcional con versos arrolladores bajo el brazo, o escondidos en la manga. Qué más nos da si se trata de magia.
El pasado viernes fue la presentación del libro, que podéis adquirir por sólo 5€ enviándole un mail. La foto que encabeza este post es del libro, la chica de la portada es una buena amiga mía y lo que encontraréis en interior son versos tan a quemarropa que no habrá poema que no queráis repetir. Sólo quiero dejaros  uno de ellos, un micropoema, nada más:
#171
Perdóname, pensaba que eras sólo el efecto mariposa
creando un tsunami al otro lado del océano.
Y este ni siquiera es mi favorito (pero es que estas cosas no se cuentan tan a la ligera).
Ha llegado la hora de los versos salvavidas, este es el momento de los versos de socorro. Leed a Luis y lo entenderéis. Leedle, joder.

Para que luego digan de Sabina.

15 noviembre 2014

Diez verdades


Verdad primera
Perder el metro.
Estar perdido,
sin ti estar siempre
perdido.

Verdad segunda
Nacer no es cosa de uno.
Nacer es imperativo.
Nacer y verte
son los motivos.

Verdad tercera
No se te puede medir.
Tu exactitud excede el
infinito
y el infinito
te tiene envidia.

Verdad cuarta
Perfecta.
Eres perfecta.
Con este lenguaje imperfecto
no se te puede expresar.

Verdad quinta
No enamoras.
Arrasas.
Invades corazones.
Eres un arma de atracción masiva.

Verdad sexta
Tú no te vas,
es el mundo el que se mueve
bajo tus pies
cuando caminas.
El mundo existe para ti.

Verdad séptima
Todos los seres humanos
son personajes secundarios.
Tú eres la protagonista
de la vida.

Verdad octava
La mujer está creada
a tu imagen
y semejanza.

Verdad novena
El objetivo de todo hombre
es llegar a verte alguna vez.
Todo hombre busca la unión
contigo.

Verdad décima
Tú eres la única verdad.

Quike D-B

11 noviembre 2014

El problema es que el corazón siempre está sangrando


Hoy juré que no te escribiría.
Hoy me prometí que me dedicaría a la ficción,
al no pensarnos,
a no ser un nosotros
sino un tú
y
yo.

Hoy me juré que tú
y
yo
viviríamos en distintos versos.
Que podríamos mirarnos
pero no tocarnos.
Que no valía la pena
toda la pena que me daba a mí mismo.
Que nos separaría un río de sangre
de mi corazón
y
el tuyo.

El problema es que el corazón
siempre está sangrando.
Y el río se hace
lago,
mar,
océano,
y no sé vivir en la otra orilla.

Hoy juré que no te escribiría
y no lo estoy haciendo.
Estoy escribiendo a la ausencia de ti
que es bastante más extrema,
más distante,
más tú.
Estoy escribiendo a mi corazón abierto,
a mis ganas de yo qué sé,
a tenerte para siempre.
Pero no a ti.

Que no. Que tú
y
yo
no.
Que no
nosotros.
Que
no.

El corazón sigue sangrando
y no voy a tardar en ahogarme.


Quike D-B

10 noviembre 2014

477


Hay números que no tienen sentido
y hay sentimientos que duelen más que cualquier excusa.

El dolor de la cerveza sin.
Sin alma.
Sin fuerzas.
Sin ti.

Todo es mentira si no son tus labios
los que lo dictan.
Todo humo y hielo.
Todo es escarcha
sin el calor de tus dedos.

Año 477.
El budismo se convierte en religión estatal en China.
Dolor de no saber no respirarte.
Hunerico se convierte en rey de los vándalos.
Ya no saber nada que no sea tu sabor.

Miles de años bebiendo cerveza
cuando sólo quiero beberte a ti.
Cuando hay espinas en todas flores
y sangran los dedos del mago.

Sin ti la magia es un truco barato.
Sin ti Tamariz es un estafador.
Sin ti el 477 sabe a rayos,
a tormenta eléctrica,
a morir electrificado.

Seguir con esto,
con la tortura,
es acabar asfixiándose de uno mismo.
Es morir ahogado en
a
mo
ra
do.

Quike D-B

05 noviembre 2014

5 de noviembre

A pesar del título de esta entrada, no voy a hablaros de V de Vendetta ni del cómic que inspiró la película. No voy a hablar de nada de eso porque no quiero hacerlo. No hace falta hablar de ello. No hace falta que haya venganza.

Hoy he publicado el segundo capítulo de B/N, la novela en la que estoy trabajando este mes, en Wattpad. Podéis leerlo haciendo clic aquí. Aunque lo suyo es que leáis también el primer capítulo. La historia se basa en la siguiente pregunta: ¿Cómo sería tu vida si vieras en blanco y negro? Y desde ahí he empezado a desarrollar una historia que va cogiendo forma. Esto del NaNoWriMo me está ayudando a darle caña.

***

Todos tenemos grupos de WhatsApp. Y todos tenemos grupos absurdos en los que la gente escribe gilipolleces. Yo soy uno de esos que escriben gilipolleces. Y, a veces, salen historias. A veces jugamos a un juego: escribir una historia entre dos, por turnos. Un párrafo tú, otro yo. Y salen cosas como esta historia que he hecho con mi amigo Fuskas.

[05/11/2014, 10:43] Fuskas: Todo comenzó una cálida noche de Diciembre. Quike se encontraba fumando su último cigarro, escondido tras una esquina, acechando en silencio.
[05/11/2014, 10:56] Fuskas: Una vez se terminó el cigarro lanzó la colilla lejos, sin que nadie le viese. Miró a los lados, comprobó que no había nadie y sacó un extraño objeto del bolsillo izquierdo de su pantalón.
[05/11/2014, 11:03] Fuskas: Tenía forma circular, parecido a uno de aquellos relojes antiguos redondos. Su color dorado parecía más intenso bajo la luz de las farolas y sobre el dibujo del contorno sobresalían tres botones.
[05/11/2014, 11:32] Fuskas: Cada botón tenía una función pero Quike todavía era muy joven para conocerlas. Nunca antes se había atrevido a usarlo pero esa noche, ese calor y tras lo sucedido en el accidente que había sucedido esa misma mañana le dieron el valor suficiente para arriesgarse.
[05/11/2014, 11:33] Fuskas: Cogió el objeto lo mas fuerte que pudo y sacó de su otro bolsillo un rotulador permanente. Dibujó una A en uno de los botones, una B en otro y una C en el tercero. Apretó los dientes y pulsó el botón donde acababa de escribir A.
[05/11/2014, 12:01] Quike D-B: De pronto, una gran nube de humo inundó el lugar y, de lo alto, apareció un extraño objeto con forma de platillo.
[05/11/2014, 12:04] Fuskas: Un haz de luz llenó el cielo hasta cegar los ojos de Quike. Justo en ese momento recordó lo que había pasado esa mañana. Aquel accidente, todos muertos. La luz se deshizo al instante y todo volvió a ser como estaba antes de que hubiera pulsado el botón.
[05/11/2014, 12:06] Quike D-B: De hecho, como por arte de magia, volvía a tener un cigarro en la mano, aunque el objeto seguía en la otra, desafiándole. La letra A había sido borrada. Las otras dos letras seguían en sendos botones, intactas. Quike se dispuso a pulsar otro botón.
[05/11/2014, 12:11] Fuskas: Esta vez el dedo fue a apretar el botón B pero justo en el momento de hacerlo un estruendo rompió el silencio. Una grieta enorme se abría paso separando el suelo en dos mitades. Todo lo que se encontraba en su camino acababa siendo engullido por la misma.
[05/11/2014, 12:15] Quike D-B: Quike, alterado, guardó el objeto en su bolsillo de nuevo y dio un salto hacia un lado justo antes de que la grieta se abriera paso a sus pies. Se libró por los pelos. Una vez a salvo, dio una calada al cigarro, que seguía en su mano. Sabía a melocotón. Qué extraño, pensó. Dio otra calada. Esta vez el tabaco le supo a trufa. Quike, desconcertado, se acercó a la enorme grieta para lanzar su cigarro cuando vio algo ahí abajo que le dejó perplejo.
[05/11/2014, 12:19] Fuskas: Sin ninguna forma definida, como una sombra desgarbada, atisbó lo que parecía un cuerpo. Qué demonios, ¡miles de cuerpos! Y de la nada, miles de millones de cadáveres comenzaron a brotar de la grieta acompañados de un fluido semejante al agua pero mas denso. Quike, aterrorizado, pensó en pedir auxilio, pero cómo iba a hacerlo si después de esa mañana él era el único ser humano vivo sobre la Tierra.
[05/11/2014, 12:25] Quike D-B: Recordó de pronto lo que había pasado esa mañana de diciembre. Hacía calor, un calor insoportable, extraño incluso para el mes de agosto. Quike había estado jugueteando con el nuevo invento que habían fabricado sus amigos Fer y Rafa. Se trataba de un controlador temporal. El primero en probarlo había sido Carlos, que desapareció en el mismo instante en que la máquina se activó. Luego desaparecieron Elisa y Ramos, los últimos que habían estado en contacto con él. Y así, fueron desapareciendo las dos últimas personas que habían estado en contacto con cada desaparecido. El número de desaparecidos fue creciendo de forma exponencial hasta que sólo quedó Quike. Él tenía la máquina, él tenía el poder. Ahora, tenía un extraño objeto en el bolsillo y contemplaba atónito cómo miles de cadáveres emergían del suelo en su búsqueda.
[05/11/2014, 12:29] Fuskas: Demasiado confuso todo, pensó. Cómo no acordarse de que lo que tenía en el bolsillo podía controlar el tiempo. Cómo había pasado tan largo ese día, que parecían años, cuando apenas 12 horas antes todo estaba perfecto. Entonces recordó que el botón A servía para acelerar el tiempo dentro de un contexto en el que todo podía suceder, ya que cualquier futuro era posible. La más loca de la hipótesis futuristas se cumpliría de pulsar ese botón. Pero el botón B funcionaba para parar el tiempo, y Quike necesitaba un respiro, así que lo pulsó.
[05/11/2014, 12:33] Quike D-B: De pronto, todo se quedó en silencio. Eso fue lo primero que le llamó la atención: un silencio imposible, máximo. Después se dio cuenta de que los muertos que le acechaban se habían quedado quietos como estatuas. El aire parecía haberse parado también. Miró su reloj: las manecillas estaban paradas. Quike aprovechó ese momento para alejarse de ahí. No corrió, pero anduvo deprisa para huir de esos seres. Llegado un momento, agotado, se sentó en una escaleras y lloró.
[05/11/2014, 12:37] Fuskas: No lloraba por la situación sino por no poder recordar para qué servía el botón C. Cerró los ojos y prefiriendo no pensar más lo pulsó.
[05/11/2014, 12:43] Quike D-B: El cielo se volvió rojo y las cosas parecieron volver a tener vida. El tiempo cambió de rumbo: ya no iba hacia adelante, pero tampoco hacia atrás, iba hacia otro lado. Aturdido, Quike miró al aparato. ¿Qué había hecho? Había condenado a toda la humanidad.
De pronto, sintió cómo algo frío le tocaba la mano. Miró y vio una mano pequeña, blanca, muerta. Petrificado, vio que a su lado había una niña de unos cuatro o cinco años. Era pelirroja. Y estaba muerta.
[05/11/2014, 12:45] Fuskas: En ese mismo instante Quike se levantó de súbito. Se alejó, trató de correr pero las piernas no le respondían. No le quedaba otra opción. Ya le habían dicho Rafa y Fer que si había algún problema con el objeto que pulsase los tres botones a la vez, y así hizo.
[05/11/2014, 12:48] Quike D-B: Al principio no pasó nada. O al menos eso le pareció a Quike, que seguía contemplando a la niña que le había tocado. Pero, poco a poco, vio cómo la cara de la niña empezaba a tomar un poco de color. Sus rasgos firmes tornaron a una breve sonrisa. Por extraño que pareciera, la niña volvía a estar viva.
[05/11/2014, 12:50] Fuskas: Y así sucedió con el resto de cuerpos. Incluso las plantas y los animales volvieron a la vida. Maldita sea la enfermedad que le estaba comiendo por dentro. Maldita sea que no se hubiera acordado antes de pulsar los tres botones ahorrando todo el sufrimiento anterior. Qué pasaba en su cabeza para no haber sido capaz de solucionarlo todo desde el principio.
[05/11/2014, 12:54] Quike D-B: Y sin embargo, algo no estaba bien. Algo fallaba. Todos los demás habían vuelto a la vida pero, ¿qué pasaba con él? ¿Por qué tenía el presentimiento de que le estaba faltando algo por dentro?
[05/11/2014, 12:58] Fuskas: ¿Por qué no era capaz de sentir más allá del tacto, la vista, el oído, el gusto y el olfato? ¿Dónde había quedado su capacidad de sentir más allá? ¿Dónde estaba esa forma de sentir todo aquello que no puede describirse a través de los sentidos comunes?
[05/11/2014, 13:01] Quike D-B: Tal vez esa máquina se lo había arrebatado. Ese endiablado invento había masacrado su más querida cualidad. En ese momento, Quike se quiso morir, descomponerse en mil pedazos, abandonar cuerpo y espíritu y ser vacío para siempre. Pero no podía dejar las cosas así. Antes tenía un objetivo que cumplir.
[05/11/2014, 13:02] Fuskas: Había descubierto, justo en ese instante, que el objetivo de su vida era amar. Pero, ¿a quién?
[05/11/2014, 13:11] Quike D-B: Tal vez esa niña que estaba delante pudiera responderle. Tal vez ella fuera la elegida. Se acercó lentamente y le miró a los ojos, unos ojos verdes, brillantes, ahora llenos de vitalidad.
FIN

***

 Con tanta novela y tanto relato parece que hoy no hay hueco para la poesía
(eso es mentira, mentira, mentira)
pero las apariencias engañan.
Hace unos días leí este libro:
 
Segundos poemas nunca fueron buenos, de Carles Campomar. Pues estos sí que lo son. La verdad es que tiene algunos que son auténticas balas contra mente y corazón. Sí, Carles sabe de esto, Carles sabe hacer POESÍA. Con mayúsculas.

Y creo que ya es suficiente por hoy. Creo que es justo y necesario. Feliz 5 de noviembre.

03 noviembre 2014

Noviembre

Suena el Claro de luna de Beethoven.
Mis gafas están pegadas con celo sobre mi nariz,
se me resbalan.
Llevo toda la tarde estudiando
y escribiendo
y me duele la espalda.
Tal vez de placer.

Escuchar música clásica es bueno para el alma.
Escuchar punk rock es bueno para el alma.
Escucharte reír es bueno para el alma.
Es bueno para el alma.
Y qué más da.

Empezó noviembre. 
tantas cosas que hacer.

Lo de ser vegano durante un mes en mi casa está jodido.
Lo de dejarme bigote no sé si es buena idea, que estoy muy bien con la barbita.
Pero lo de la novela voy a intentarlo.
50.000 palabras. Cincuenta mil.
¿Es tan difícil?

Suena el Canon en Re Mayor de Pachelbel. Spotify haciendo magia.
Después de cenar me pondré a escribir
durante una hora.
Es la historia de un hombre que ve en blanco y negro. Adrede.
Quiero que sea una novela singular, diferente, rara.
Tal vez nunca la publique,
tal vez la regale.
Que me está gustando eso de regalar.

Sigo teniendo ejemplares de Lo que cabe en tus pequeñas manos
dispuestos a viajar a cualquier parte de España.
Y gratis.
Escríbeme si quieres uno.

Que tengáis una buena semana.